Blogia
Rainmaker

The Musical Box: La Cena está Lista... Madrid (24.02.07)

The Musical Box: La Cena está Lista... Madrid (24.02.07)










Lo volvieron a hacer. El año pasado en el Palacio de Congresos de Madrid nos transportaron en el tiempo al “Lamb Tour” de 1975. El sábado pasado, en el mismo escenario, retrocedimos un poco más, hasta 1973 para encontrarnos con aquel Genesis glorioso del “Selling England by the Pound Tour”.

La expectativa era enorme y cumplieron con creces. La música, los disfraces, la tecnología de la época,... todo fue mágico e impresionante. El escenario se oscureció y retumbó con el sonido del maravilloso mellotron, único instrumento que se echó en falta su versión original. Era “Watcher of the Skies” con el alter ego de Peter Gabriel en el centro, con la cara blanca, los ojos fosforescentes y esas inquietantes alas de murciélago tras su cabeza como volando a través del escenario. La emoción empezó a desbordarse.

Posteriormente una de las canciones mas fuertes del progresivo. En un castellano perfecto, Britannia nos invita a bailar con el Caballero de Luz de Luna (“Dancing with the Moonlight Knight”)... ¿Puedes decirme dónde está mi país?... una melancólica voz me llama…aquí viene el Unifauno…se acerca la Reina del Quizás entre suaves acordes de guitarra y órgano. El piano se une a la dramática voz… aparece el mellotron mientras la voz sigue desgranando el preludio del baile que se avecina lentamente, hasta que de pronto estalla... ¡ha comenzado! ¡únete a la danza! ese extraño ritmo guiado por bajo y batería, persiguiendo esos acordes de guitarra, baila con el Caballero de Luz de Luna, órgano y mellotron se mezclan, sigo girando envuelto por un inquietante mellotron, la Reina del Quizás me mira y me sonríe… a un lado, sin hacerse notar, el Viejo Padre Támesis pasa de largo, como si esta extraña danza no fuera con él, siempre serio, pompa y circunstancia, ¡únete a la danza! los Caballeros del Escudo Verde se unen en la danza nocturna que se torna en locura. No soy un mero espectador, participo en ella. El bajo me aplasta, esa guitarra eléctrica que parece perseguirme y, tan rápido como comenzó, parece terminarse. No, aquí está de nuevo el sonido de las suaves cuerdas, y un melancólico mellotron de fondo, que nos llevan en un largo declive hasta el final.

Sin tiempo para respirar, los suaves acordes de guitarra nos dicen que empezó “Cinema Show”. Julieta ha quedado con su Romeo en el cine y va a llegar tarde a la película de uno de los temas más bellos creados por Genesis. Toda la banda está pletórica. El alter ego de Banks toca inspirado uno de los solos de teclados mas bellos de la carrera de Genesis. Mi cabeza retumba y es el bajo junto al mellotron y ¡hay teclados por todas partes! ¡Estoy dentro de una película y no quiero que termine! aún queda la traca final, sintetizadores, órgano, mellotron, cabalgando sobre una sección rítmica apabullante.

Empieza “I Know What I Like (In your Wardrobe)”, un tema que dicen que desentona por su comercialidad. No se que decir. Sé lo que quiero y quiero lo que sé. Ese órgano me envuelve, el estribillo que siempre me produce una sensación de optimismo. Jacob no quiere enfrentarse al mundo exterior. El Señor Granjero le grita: ¡escucha hijo, estás perdiendo el tiempo, hay un futuro ahí fuera! Vuelve el susurro de Gabriel. Su voz parece arrastrarse, arropada por la percusión de Collins. Jacob está asustado. Solo soy un cortacésped, puedes reconocerme por mi manera de andar, me veo trazando extraños dibujos sobre la hierba…¿o es sobre el cielo?... ya no soy capaz de distinguirlo.

Banks crea en “Firth of the Fifth” uno de los intros de piano mas increíbles de la historia del progresivo. Nunca lo tocó en vivo, dicen que por su dificultad, el dijo que por el sonido del piano eléctrico ante el piano de cola, pero su clon de The Musical Box lo tocó íntegro sin saltarse una sola nota. Me hipnotiza y arranca aplausos. Comienza el resto de la banda. Es como un río fluyendo entre árboles que avanza sin descanso, el órgano es majestuoso tras el firme ritmo de Collins, y aparece el mellotron como el río que se disuelve en el mar. Tras un remanso, suena la flauta y el piano comienza a desarrollar un hipnótico desfile bajo un lento ritmo que me empuja corriente abajo…me dejo llevar, lentamente discurre. El sol atraviesa las ramas de los árboles y traza caprichosos dibujos en mi cara, y de pronto desemboca en un torrente que nos lleva hasta uno de los solos de guitarra más bellos creado y que se extiende sin fin llevado por el órgano y una potente línea de bajos. Las arenas del tiempo fueron erosionadas por el río que todo lo cambia. Es sublime y no debería terminar nunca. Contemplo hipnóticos paisajes que poco a poco van quedando atrás y que nunca volveré a ver. De nuevo ese piano con el que comenzó la canción, se desvanece.

Un clásico, “The Musical Box” con toda su potencia y la idea de una canción de cuna que relata una historia similar, la canción de Old King Cole. Cynthia, una bella niña, rebana la cabeza de su compañero Henry jugando al croquet. Al cabo del tiempo se encuentra la caja de música del niño, con lo que la abre y suena la melodía de Old King Cole. Un comienzo casi pastoral, de guitarras de 12 cuerdas y flauta... el ambiente genesiano por antonomasia acompaña el relato de esa canción de cuna. Cynthia pide una vez más que suene su canción... y la canción suena. Henry aparece en la caja y le pide a Cinthia que le toque con un “NOW, NOW, NOW” cargado de una fuerza magistral.

Un pequeño descanso y el clon de Phil Collins (¿o era el? Tengo mis dudas) canta “More Fool Me”, tema delicado que nos hizo creer que el Collins baterista estaba allí frente a nosotros. Posteriormente, suena música de desfile. Se acercan al encuentro los dos bandos. La flauta y la percusión llevan a los contendientes al punto de encuentro. Comienza “The Battle of Epping Forest" y el espectáculo. ¡Menudo ruido que arman los chicos de Willy!...con sus caras pintarrajeadas, ¡ahí están los matones del Pequeño Juan! Su ritmo te contagia. Hoy es el día en el que hay que ajustar las cuentas. La batalla se sucede. Golpes, porrazos. Ahora viene un momento de respiro. La guitarra y el teclado van alternando sus instrumentos mientras Peter Gabriel va retransmitiendo cómo va el partido, porque eso es lo que es: Un espectáculo en el que hay que imponerse al precio que sea. Ahora la voz se vuelve burlona cuando relata las andanzas de El Reverendo, de cuando se divertía con damas de dudosa reputación, hasta que conoció al Pequeño Juan. Mientras la batalla discurre, los jefes desde sus Rolls observan desde arriba y toman el té, como si de un picnic se tratara. No queda nadie vivo…debería ser un empate. La guitarra desgarra las últimas notas de esta épica batalla. El partido ha terminado. Estoy agotado, como si hubiera participado.

El momento álgido. La Cena está Lista. Es "Supper’s Ready", una obra épica de 23 minutos de duración y que tocaron de manera sublime y magistral. Un viaje a través de la lucha entre el bien y el mal, batallas, parejas, un disfraz de flor, un demonio (Señor de Magog), un redentor blanco y brillante que promete una tierra de bienestar, una especie de “cielo”. 23 minutos con la boca abierta... No puedo mas. Demasiada emoción.

Por último, el bis de rigor con la fuerte y potente “The Knife” de 1970, con el clon de Hackett tocando la guitarra de pie (saltándose la recreación).

Casi dos horas transportado al año 1973 viendo a una de mis bandas favoritas... porque eran ellos, estaban allí... frente a mi. Lo hicieron de nuevo. The Musical Box llena allá donde va en España y en el resto de Europa, mientras el Genesis trio original hará caja este 2007 con una gira, sin esperar a que Gabriel y Hackett hicieran hueco en sus agendas. A esto ha quedado reducido Genesis, como bien se han encargado de afirmar repetidamente: no, no es por el dinero. Menos mal que nos quedan los canadienses de The Musical Box, toda una experiencia.


0 comentarios