Blogia
Rainmaker

Pink Floyd - The Piper at the Gates of Dawn

Pink Floyd - The Piper at the Gates of Dawn

Syd en el país de las maravillas o la madre de los viajes con alucinógenos

Disculpen si a alguien este título le crispa, pero no encontré otro más acorde. Además, estamos hablando de 1967, aún los oídos del mundo se preparaban para la explosión psicodélica que representaría el 68. Antes de esto nadie había escuchado esta clase de desvarío mental hecho música. Sí, los Beatles alistarían ese mismo año su “Sargento Pimienta”. Además, con él volamos más allá de la estratosfera, pero aún así estas incursiones todavía estaban dentro del marco del sistema solar. Nunca nadie pudo imaginar que alguien en uno de sus viajes rebasaría tal cerco. Esto fue lo que ocurrió, y con creces, con The Piper at the Gates of Dawn.

¿La descripción de este disco? Algo casi imposible con palabras, más aún si no contamos con una mente extendida más allá de nuestra coartada percepción. Esto, mas el reto que representa la serie innumerable de críticas, reseñas y comentarios que este disco despertó en las distintas personalidades del mundo de la música de la época e incluso en la actualidad. Sin embargo, podemos arriesgarnos a decir que el disco cuenta con 10 piezas en despresurización, las cuales debemos agradecer, por comentarios de los otros miembros del Pink Floyd de la época, a la condescendencia que los ácidos lisérgicos acumulados en el cuerpo de Barrett tuvieron con éste; condescendencia que le permitió, al menos en 10 ocasiones, estar en este mundo para producir algo en buena medida transmisible como lo puede ser una canción.

Hoy en día no es difícil oír rumores (leyendas quizás) de esa época germinal de Pink Floyd donde todo estaba envuelto de un aura tan mítica como estroboscópica. Un disco que se adelanta, no sólo a su época, sino a cualquier noción humana de música; donde sus realizadores fueron trabajados por fuerzas químicas para convertirlos finalmente en instrumentos de otro mundo (no sabremos si hay vida en otros planetas, pero por este disco podemos tener la certeza de que hay música allá afuera).

No puedo terminar esta corta reseña sin hablar del protagonista de esta temporada en el cielo lisérgico de finales de los 60 en Inglaterra. Nos referimos al singular Roger “Syd” Barrett, guitarrista y uno de los vocalistas de la banda. ¿Cómo dejar de hablar de esa voz de bufón inglés, tan jocosa como siniestra, que entonaba y daba letra a las alucinadas melodías? Imbuido en el más absoluto non-sense, Barrett anima unas líricas que son  ejemplos perfectos de limericks, tan ingleses éstos como cualquier té a las 5 de la tarde. ¿El resultado? Actualmente se nos habla de Barrett como un personaje sacado de una narración de Lewis Carroll, y de Pink Floyd como la banda que animaba las interminables partidas de ajedrez de la Reina en Alicia en el País de las Maravillas, tocando una y otra vez canciones como “The Gnome”, “Lucifer Sam”, “Matilda Mother”, “Pow R. Toc H”, y tantos otros delirios. Y si bien, a ninguno les fue cortada la cabeza durante estas partidas, sabemos que uno de ellos sí la llego a perder.

¿Somos afortunados nosotros por no perder nuestras cabezas al oír este disco, inaudito en la historia de la música? No lo sé. Yo que ustedes, me revisaría las neuronas una a una después de los últimos sonidos de “Bike”.

“Conozco un ratón que no tiene casa

No se porque lo llamo Gerald

Es algo viejo, pero es un buen ratón”

1 comentario

ugg classic short -

I envy your style, the idea that your post is a tiny bit unusual makes it so interesting, I am fed up of seeing the same stuff all of the time. This page is now in my Digg.
ugg classic short